En la primera y única estructura de Big Air permanente en el mundo, el Shougang Park, la austríaca Anna Gasser defendió su medalla de oro con la altísima puntuación de 95.50 en su último intento: fue la primera mujer en la historia en planchar un increíble Cab Doble Cork 1260 en competición. Y si bien entre 2017 y 2018 había sido campeona olímpica, campeona mundial y ganadora de un oro en los X Games, en los últimos cuatro años no había podido ganar ni una prueba de esta disciplina en la Copa del Mundo. Por lo que fue una total sorpresa.
“Realmente no esperaba que pasara esto. 100% no expectativas, solo quería hacer snowboard. Ya era feliz con ser parte del espectáculo pero irme de acá con el oro es increíble. Todas estas chicas me han inspirado durante los últimos años. Ellas me hicieron mejorar gracias a sus trucos. Sin ellas, no estaría donde estoy hoy. Es algo especial que estemos todas tan unidas y siento que ellas estaban felices por mí. El máximo logro es poder inspirar a otra generación para que se interese por el snowboard”, comentó.
La medalla de plata fue para la neozelandesa Zoi Sadowski-Synnott, que con solo 20 años también es la flamante campeona olímpica de Slopestyle. Zoi, que además tiene un bronce por su participación en PyeongChang 2018, estuvo muy cerca de Anna pero en la tercera prueba no pudo aterrizar su 1260.
El bronce fue para la japonesa Kokomo Murase, quien con 17 años cumplió el sueño de subir al podio en sus primeros Juegos Olímpicos de Invierno.
Entre los hombres, Su Yiming, con su oro en Big Air, es el primer snowboarder chino en proclamarse campeón en los Juegos Olímpicos de Invierno, apenas días después de haber obtenido la plata en Slopestyle. Con 17 años, también marcó el record de campeón más joven en la historia del Big Air. Su impresionante repertorio de trucos incluyó un Frontside 1800 y un Backside Triple Cork 1800.
“Esto es una locura”, exclamó Yiming. “Es algo que nunca había experimentado. Traté de hacer lo mejor que pude y disfrutar de la competencia. No puedo creer tener este oro. Pero lo más importante es que es todo por amor, no solo por competir. Acá ves a todos los riders de distintos países y todos amamos lo mismo: hacer snowboard”, agregó.
Mons Roisland, de Noruega, logró la medalla de plata en un contexto muy difícil ya que no tuvo a su entrenador al lado por haber dado positivo de COVID-19. Cuatro años atrás había clasificado a la final de Slopestyle pero unas lesiones en el esternón y en los ligamentos del hombro le impidieron competir por la medalla.
El tercer puesto fue para otro luchador, el canadiense Max Parrott. Tras haber logrado la medalla de plata en PyeongChang 2018, Parrot venció una batalla contra el cáncer y volvió más fuerte que nunca para completar su set olímpico con un oro en Slopestyle y un bronce en Big Air.
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