Por Pablo Viola
El tenis ha cambiado en el nuevo siglo, tal es así que ayer -9 de julio- se cumplieron 16 años de la última final romántica de Wimbledon, la que protagonizaron Goran Ivanisevic y Patrick Rafter. Fue un día lunes y con victoria del croata, tras recibir en aquella edición una invitación de los organizadores.
Los especialistas del juego de saque y volea son una especie en peligro de extinción que ingresa por estos días al segmento de las ONG de reconocidos proteccionistas. Cada vez son menos y no se reproducen. Casos específicos de excelentes jugadores que no se ven beneficiados por las condiciones de juego, donde hasta el césped es mucho más lento que el del siglo pasado.
Al reinicio de las acciones, el segundo lunes de Wimbledon se nutre de cantidad y calidad de encuentros, con los octavos de final tanto de caballeros como de damas. Son 16 partidos de primerísimo nivel, en un certamen que suele no dar tantas sorpresas en las primeras rondas, aun en detrimento de algunos preclasificados.
Entre los hombres llegaron a la fase de los mejores 16, los cuatro máximos favoritos -Murray, Federer, Djokovic y Nadal-, junto a Raonic, Cilic, Dimitrov, Mannarino, Berdych y Muller, entre otros. Todos con atributos suficientes para plantear una dura resistencia en el cotejo que le tocara disputar. De hecho, en el cruce de Rafael Nadal ante Gilles Muller ya había dos antecedentes, con victorias del luxemburgués en 2005 y de Nadal en 2011.
La secuencia de los seis años entre ambos se cumplió por segunda vez y así como Nadal llegaba en su mejor momento tenístico en el último lustro -ganando cuatro torneos sobre polvo de ladrillo y llegando a las finales de Australia y Miami-, el propio Muller, a los 35 años, se dio el gusto de obtener su primer título ATP en Sydney y el segundo en Hertogenbosch -sobre césped- hace tres semanas.
Allí residía parte de la esperanza del exnúmero uno del mundo junior en 2001, en su nivel tenístico. Más allá del respeto con el cual trató a su rival cuando fue consultado en la jornada previa sobre el cruce con el actual dos del ranking ATP, Muller confiaba en sus atributos. “A Nadal no le robaría un golpe, le robaría las piernas. Se mueve muy rápido por la cancha y es una de sus principales cualidades: cómo cubre la cancha y cómo se defiende. Sus movimientos son realmente increíbles”.
Amparado en el favoritismo de Nadal, Muller entró liberado de presiones a jugar con su estilo de saque y volea. Todavía hay esperanzas en ese apartado a pesar de todo. Sabía que cuanto menos pudiera adaptarse al partido, Nadal sería más vulnerable. De hecho, el mallorquín no podía incomodar al rival por su condición de zurdo, Muller también lo es y neutralizaba de esa manera esos ángulos que tanto lastiman por parte del campeón en All England 2008 y 2010.
El planteo fue claro por el lado de Muller, dependiendo de su primer servicio en gran medida para no pasar sobresaltos en su turno de saque y luego tratando de someter a Nadal con pelotas ajustadas y el manejo del revés con slice. Allí residió la clave de los dos primeros sets, donde comenzó a observarse cierta preocupación en el box del español. Rostros serios y lamentos al aire, algo distinto a la pasividad gestual y tranquilidad manifiesta durante el dominio en el polvo de ladrillo.
De la secuencia 6-3 y 6-4 en favor de Muller, a la que llegaron merced a 10 aces y el 72 por ciento de los puntos ganados con su magnífico saque, al descenso en el porcentaje a 60 en los sets 3 y 4, capítulos que perdió por el mismo score. Todo hacía pensar que Nadal había retomado la senda y que su garra sintetizada en ese puño apretado iba a abrumar y frustrar a su oponente.
Nada más alejado. Obligado a recibir en el primer game y ante la imposibilidad de quiebre alguno, Nadal siempre sacó para mantenerse en partido, de hecho debió salvar match points en cuatro ocasiones, mientras el de Luxemburgo luchó contra cinco puntos de break durante el interminable quinto set. Esa irregularidad que solía caracterizar a Muller en otro momento, hoy se transformó en experiencia y valentía.
EL ganador cosechó 30 aces y cerca de una centena de winners. El quinto capítulo se extendió hasta las dos horas y cuarto. Nadal, con altibajos, renacía de sus propias cenizas, capaz de ejecutar un game de 15-40 con dos aces y dos saques ganadores o de levantar el cuarto match point tras un intenso peloteo.
Todo hizo presagiar otra batalla épica con el español como vencedor. Esta vez no fue así. Tras cuatro horas y 48 minutos, el resultado favoreció al de Luxemburgo por 15-13 en el quinto. 30 años después del título de Pat Cash, con los recuerdos de los Becker, Edberg, Sampras y hasta del propio Richard Krajicek, un veterano y poco considerado Gilles Muller le rinde homenaje a un tenis ofensivo que quiere recuperar algo de aire, mientras sus días están contados inexorablemente.
Declaraciones tras el partido
Al finalizar el encuentro, Nadal señaló: “mi sensación es que él hizo cosas bien y yo también. Pero en césped hay que estar bien durante todo el set. Si cometes un error estás fuera. Y eso es lo que hice yo en los dos primeros sets. Remontar ante un jugador como Muller es complicado porque no te da mucho ritmo. En el quinto me he equivocado unas cuantas veces y otorgué varios break points. En eso fue un poco mejor que yo”.
Por su parte, el ganador expreso: “Sólo traté de mantenerme en partido, de estar allí. Seguí creyendo en mi juego y eso fue clave. De alguna manera al final lo terminé haciendo”. Para Muller esta es la primera oportunidad que accede a los cuartos de final de Wimbledon y la segunda ocasión en un torneo de Grand Slam, casi nueve años después del cuarto de final que protagonizara en el US Open 2008.
Su rival entre los ocho mejores será Marin Cilic -campeón del US Open 2014-, quien derrotó al también español Roberto Bautista Agut por 6-2, 6-2 y 6-2, alcanzando por cuarta vez consecutiva los cuartos de final en Wimbledon. Será el tercer enfrentamiento entre ambos en el circuito, con dos victorias para el croata, la última de ellas dos semanas atrás, en las semifinales del torneo de Queen’s.
Federer a cuartos con más récords
Junto a Marin Cilic y Novak Djokovic -quien aplazó su partido de octavos de final ante Mannarino para el martes-, Roger Federer mantiene su invicto en sets. 10 jugados de manera íntegra y 10 ganados para el suizo, quien a diferencia de lo acontecido ante Lajovic y Mischa Zverev, ni siquiera debió recurrir a un tie break ante Grigor Dimitrov, a quien derrotó por 6-4, 6-2 y 6-4 en una hora y 38 minutos de partido.
El actual número cinco del mundo continúa batiendo récords y, en esta oportunidad, se clasificó a cuartos de Wimbledon por decimoquinta vez en su carrera, más que ningún otro profesional en la era profesional, superando por uno al estadounidense Jimmy Connors. Además se aseguró su participación 50 entre los ocho mejores de un Grand Slam, instancia en la que se medirá por 13º ocasión a Milos Raonic (9-3 para el suizo), con un último duelo ganado por el canadiense en este mismo escenario en las semifinales de 2016.
Wimbledon 2017 – Octavos de final
Singles Damas
(2)Simona Halep (RUM) a Victoria Azarenka (BLR) 7-6(3), 6-2
(6)Johanna Konta (GBR) a (21)Caroline Garcia (FRA) 7-6(3), 4-6, 6-4
(7)Svetlana Kuznetsova (RUS) a (9)Agnieszka Radwanska (POL) 6-2, 6-4
(10)Venus Williams (USA) a (27)Ana Konjuh (CRO) 6-3, 6-2
(13)Jelena Ostapenko (LAT) a (4)Elina Svitolina (UKR) 6-3, 7-6(6)
(14)Garbine Muguruza (ESP) a (1)Angelique Kerber (ALE) 4-6, 6-4, 6-4
(24)Coco Vandeweghe (USA) a (5)Caroline Wozniacki (DIN) 7-6(4), 6-4
Magdalena Rybarikova (SVK) a Petra Martic (CRO) 6-4, 2-6, 6-3
Singles Caballeros
(1)Andy Murray (GBR) a Benoit Paire (FRA) 7-6(1), 6-4, 6-4
(6)Milos Raonic (CAN) a (10)Alexander Zverev (ALE) 4-6, 7-5, 4-6, 7-5, 6-1
(11)Tomas Berdych (RCH) a (8)Dominic Thiem (AUT) 6-3, 6-7(1), 6-3, 3-6, 6-3
(24)Sam Querrey (USA) a Kevin Anderson (RSA) 5-7, 7-6(5), 6-3, 6-7(11), 6-3
(2)Novak Djokovic (SRB) vs. Adrian Mannarino (FRA) – Postergado
Fotos: Getty Images