Por Belén Sainz-Trápaga
Con una extensión situada por encima de los 2000 metros sobre el nivel del mar, Val Thorens es la estación de ski con mayor altitud de Europa, y esto le permite ofrecer excelentes condiciones para disfrutar del invierno.
Está ubicada en un refugio natural francés rodeado de seis glaciares y tiene múltiples opciones de itinerarios para descubrir en las tres áreas accesibles para esquiadores: Val-Thorens-Orelle (150 kilómetros de pistas), el Valle de Belleville (300 kilómetros) y Los Tres Valles (600 kilómetros), el área esquiable más grande del mundo.
Es una estación famosa por la calidad de su nieve y por sus modernos remontes mecánicos. Un verdadero paraíso para el carving, el fuera de pista, el esquí de travesía, el terreno de juego de su snowpark, el boardercross y el telemark. Gracias a sus zonas de nieve en polvo y a sus pistas perfectamente apisonadas, en Val-Thorens se siente cómodo desde el debutante hasta el más avanzado.
Para quienes disfrutan contemplando y admirando los paisajes de montaña, esta región sorprende con una extraordinaria panorámica de 360 grados de más de mil cumbres de los Alpes franceses, suizos e italianos, el mítico glaciar de Péclet, y las vistas más hermosas desde la cima del Caron.
Otro plus: la temporada se prolonga desde mediados de noviembre hasta principios de mayo.
Foto: Getty Images