Cuatro años atrás, en 2018, Iga Swiatek estuvo en Buenos Aires. La tenista nacida en Varsovia tenía entonces 17 años. Llegó con el objetivo de competir en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebraban en Argentina y se fue nada menos que con una medalla de oro en Dobles. Al año siguiente, Iga debutó en el WTA Tour y comenzó a jugar de forma regular en el circuito. Lo que ha conseguido en apenas tres años es razón suficiente para pensar en un futuro sin límites. Estas son algunas de las razones por la que la tenista polaca podría ser la figura que le estaba faltando al tenis femenino.
La número 1
En marzo de este año, Iga estaba en su departamento de Miami tirada en la cama cuando alguien tocó la puerta para avisarle: Ashleigh Barty, la australiana que encabezaba el ranking WTA hacia 114 semanas, acababa de anunciar su retiro. Esa inesperada noticia significaba que ella pasaría a estar en la cima del tenis mundial, exactamente el 4 de abril de 2022. Tras asimilar la situación, desde ese momento hasta ahora Iga fue creciendo de manera espectacular y demostró por qué es ella quien ocupa hoy este codiciado lugar.
Superar a Serena
Iga Swiatek no pierde un partido desde febrero. En Roland Garros, tras derrotar a la norteamericana Coco Gauff por 6-1, 6-3, su racha ganadora llegó a las 35 victorias seguidas. Es la cifra más alta de invictos para una tenista mujer en este siglo, un número que solo había alcanzado Venus Williams en el año 2000. Sin embargo, su hermana, la ganadora de 23 Grand Slams Serena Williams, había llegado a la cifra de 34 victorias consecutivas en 2013. Y en ese punto, nada más y nada menos, Iga la superó.
“Pienso que, honestamente y aunque parezca raro, tener este 35° triunfo y poder hacer algo más que lo que ha hecho Serena es especial. Siempre quise tener algún record pero en tenis es bastante difícil luego de la carrera de Serena. Hacer algo mejor que Serena es lo mejor que podés hacer en tenis, básicamente, después de todo lo que ella ha logrado en estos años. Nadie puede sacarme eso. Estoy muy contenta de haberlo alcanzado. Ni siquiera sé cómo pasó. Este logro fue muy especial porque sentí que hice algo que nadie había hecho nunca, y tal vez vaya a hacer más”, comentó al respecto. Por el lado femenino, ya hizo historia. Habrá que ver si llega a alcanzar las 42 victorias seguidas de Roger Federer o las 43 de Novak Djokovic. Y recién tiene 21 años.
Seis títulos seguidos
El calendario está por la mitad pero Iga ya protagoniza una de las temporadas más dominantes del siglo XXI. En lo que va de 2022 fue campeona en Stuttgart, Doha, Indian Wells, Miami, Roma y Roland Garros. Es la primera tenista desde Justine Henin en 2007/2008 en ganar seis títulos seguidos. Y en sus últimas nueve finales triunfó sin perder un set. De hecho, de sus últimos 58 sets ganó 56.
Sus títulos
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Grand Slams: Roland Garros 2020 y 2022
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WTA 1000: Roma 2021, Doha 2022, Indian Wells 2022, Miami 2022, Roma 2022
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WTA 500: Adelaida 2021 y Stuttgart 2022
Saber lidiar con la presión
Su éxito se debe, en parte, a la resistencia mental que ha demostrado en los últimos meses. Sabía que era la favorita a ganar Roland Garros. Percibía la presión pero no permitió que esta la paralice. “Siento que puedo lidiar con una situación estresante y tomarla como una ducha de agua fría. Incluso si algo saliera mal, sé cómo volver de eso. Me doy cuenta de que puedo ser la número 1 y lidiar con eso adecuadamente”, aseguró. A la hora de prepararse, Iga entiende que el descanso mental es tan importante como el físico. Para eso, intenta no pensar y hacer los partidos lo más cortos posible para no agotarse físicamente. “Lo más duro en los deportes es planificar las cosas de manera que el cuerpo pueda resistir. Sé cómo separar mi mente de las estadísticas y enfocarme en el tenis. Es difícil pero hay que evitar pensar en eso o sobre analizar números y probabilidades”, agregó.
Su estilo de juego
Según la leyenda Billie Jean King, lo que hace a Iga interesante es que su derecha es muy distinta de su revés. Además, es muy rápida; sus saques han alcanzado altas velocidades. Su juego es agresivo, tiene precisión, poder y madurez. Si bien es joven juega como si tuviera años de experiencia. Es exitosa en todas las superficies aunque ella dice que el césped no es su preferida. Aún así, sigue mejorando. Y en la final del Abierto de Francia no necesitó desviarse de su plan de juego original: supo identificar estratégicamente las debilidades de su rival adolescente, como la derecha errática, que le trajo errores no forzados, y un saque a veces débil.
La consolidación
Cuando conquistó Roland Garros en 2020, Iga se convirtió en la primera tenista polaca en la historia en ganar un título de Grand Slam. Aquella vez se sintió confundida porque nunca había creído que podría lograr algo así. Esta vez dice que se sintió más preparada, más sólida. Pudo celebrarlo un poquito más. Es un triunfo más consciente, con el orgullo de haber trabajado duro y no pensando que tuvo suerte. Además, llegar a la cima es muy valioso pero hay que saber mantenerse. “Pienso que ganar un Grand Slam dos veces es confirmar que realmente sos capaz de hacerlo. Eso es lo que estaba buscando. Estoy muy contenta de que las cosas se hayan dado. No tenía la expectativa pero esta vez sentía que había hecho todo para llegar ahí. Es extra motivador cada vez que estoy acá”, sostuvo. Como si fuera poco, a los 21, Iga es la mujer más joven en ganar su segundo Grand Slam después de Maria Sharapova, que tenía 19 cuando alcanzó esa marca en el US Open de 2006.
En Wimbledon, hasta ahora, triunfó como junior en 2018. Al hablar de césped, advierte que las expectativas del público suelen ser más altas que las suyas aunque promete prepararse siempre para dar lo mejor y extender su reinado. Y si es como dijo en Roma, el cielo es el límite.
Nota: Belén Sainz-Trápaga
Fotos: Corinne Dubreuil – Philippe Montigny – FFT
Nota publicada en la revista TENIS Mundial 79