En Commander in Cheat. How Golf Explains Trump, el escritor Rick Reilly aborda la personalidad del presidente norteamericano a través de su obsesión con este deporte.
En los últimos dos años, ha habido más de 25 libros relacionados con el actual presidente de los Estados Unidos. Algunos de ellos elogian, algunos ofrecen críticas, y algunos buscan comprensión. Algunos se centran en el empresario, algunos en el político, otros en la celebridad. Esta última incorporación a la bibliografía de Trump busca la comprensión al concentrarse en la obsesión de Trump con el golf. Juega al golf más que cualquier presidente. Compra, construye y opera campos de golf. Reilly escribe que Trump se jacta de ellos, los demanda, miente sobre ellos y los usa como un medio para intimidar a amigos y enemigos por igual.
Rick Reilly fue escritor de Sports Illustrated durante muchos años, cita a PG Woodhouse para el epígrafe del Capítulo I “La gran mentira”: “Para encontrar el verdadero carácter de un hombre, juegue al golf con él”. Reilly lo ha hecho y, para este libro, ha entrevistado a innumerables personas que han jugado golf con Trump, tanto antes como desde que se convirtió en presidente.
Reilly pasa el resto de este pequeño volumen detallando con cientos de ejemplos cómo Donald Trump es ajeno a la ética del golf y es impulsado por su otra obsesión: ganar. Esto impacta y refleja su enfoque de muchos otros aspectos de su vida fuera del curso, incluidos todos los aspectos de sus responsabilidades presidenciales.
Reilly describe a Trump como un buen golfista; mientras que Trump permite que pocas personas con las que juega le ganen. Dado el hecho de que Trump mueve su bola para obtener un mejor lie, toma mulligans más allá de cualquier límite normal y toma un gimme desde cualquier distancia, incluso desde un búnker, puede explicar la “victoria” de Trump. Trump nunca tiene un mal lie porque su caddie, o más recientemente un miembro del Servicio Secreto, mueve o patea la pelota a una posición más favorable. Los tiros de Trump que van al agua aparecen de repente en el medio de la calle.
Algunos de los cuentos más interesantes son los que involucran los campos de golf de Trump, y todos ellos dicen que son los mejores. Muchos de sus cursos han llevado a confrontaciones con las poblaciones locales, ya que Trump exige el control total del área alrededor y cerca de sus canchas. En Escocia, logró alienar a casi toda la población de ciudadanos locos por el golf. Tuvo una gran disputa con las autoridades puertorriqueñas, ya que los dejó con una deuda de US$ 33 millones, sobre la cual tuvieron la temeridad de objetar. Reilly cree que esto puede explicar la indiferencia de Trump tras el huracán María y su arrogante toalla de papel mientras visitaba la isla.
En resumen, lo que sea necesario para ganar es lo que rige los modales de golf de Trump. Nunca es suficiente, afirma Reilly, jugar bien. ¡Ganar es lo ÚNICO!
Nota publicada en la revista GOLF Mundial #59.
