El hijo mayor de Eduardo inauguró la cuarta generación de la dinastía Heguy con la conquista de la Copa de la Reina en Guards Polo Club. Bisnieto de Antonio Horacio Heguy, campeón del Abierto Británico en 1956, Cruz Heguy fue figura y goleador en el título de Great Oaks.
Cada otoño de su infancia se convertía en primavera cuando acompañaba a su padre a Inglaterra. En condición de jugador o como coach, en Guards o en Cowdray, ahí estaba Cruz Heguy en el palenque al lado de su padre Eduardo. Esta vez, el protagonista fue él. Con sólo 18 años y en su segunda temporada jugando la temporada alta inglesa, Cruz Heguy llegó a lo más alto. Fue figura y goleador de Great Oaks en la conquista de la Queen’s Cup, un trofeo que curiosamente el Ruso nunca pudo levantar.
Antonio Horacio Heguy, el patriarca de la familia en términos polísticos al menos, integeró el primer equipo campeón de la Gold Cup. Sus hijos Alberto Pedro y Horacio Antonio, glorias de Coronel Suárez en la Argentina, curiosamente no tuvieron demasiado suceso en Inglaterra. El mayor apenas ganó un par de torneos menores: Las copas Cowdray Park Challenge y Midhurst Park. En cambio, los hijos de ambos sí fueron prolíficos: 10 títulos de la Gold Cup y la Queens Cup entre Eduardo, Pepe, Nachi, Bautista y Marcos (ver detalle aparte). Cruz inicia entonces la cuarta generación de Heguy campeones en Inglaterra. Juega con el casco blanco con visera verde, como su padre.

Queen’s Cup, Guards Polo Club, 2022 – Ph: Images of polo
“Este título significa un montón para mí”, dice Cruz desde Inglaterra a Polo Mundial. “Siempre viajé a Inglaterra, siempre acompañé a mi viejo en los team meetings con los equipos que coacheaba, siempre vi la Copa de la Reina de afuera, lo mismo que la de Copa de Oro, siempre soñé con ganarla. El año pasado fue el primer año mío que se me dio de jugarla y ganarla en el segundo año la verdad que es un sueño. Es impresionante.”
Juega de back, misma posición también (aun cuando en el equipo estaba el gran Juan Martín Nero. Pero Cruz tiene impronta propia. Espigado, es algo más dúctil que el Ruso, como lo exige el polo en los tiempos actuales, aunque menos potente todavía.
“Mi viejo me enseñó todo, junto a mis tíos y mi abuelo, ellos en especial”, continúa Cruz. “Como me conoce tanto siempre me dice las cosas en el momento justo y siempre me trata de enseñar. Le estoy muy agradecido, lo mismo que a mis tíos y abuelos que siempre estuvieron ahí enseñándome”.
Cruz fue el goleador de Great Oaks en la final, con seis de los nueve tantos del equipo. Marcó el gol que mandó el partido al suplementario con 45 segundos por jugar, un disparo muy difícil desde un ángulo cerrados. En el extrachukker, recuperó la bocha en la mitad de la cancha que derivó en la jugada de Nero para el gol de James Beim. También fue el goleador de su equipo en el certamen, con 44 tantos, tercero en la tabla general.
“El partido fue muy peleado. Siempre fuimos perdiendo por uno o por dos. Por suerte pudimos empatarlo y llevarlo a tiempo suplementario”, relata Cruz. “En el suplementario por suerte se nos dio a nosotros, porque era para cualquiera. Fue bravísimo el partido, el otro equipo era un equipazo. Ni nosotros sabemos cómo lo dimos vuelta en el último chukker. Le pusimos ganas, tratamos de mantenernos tranquilos y saber que teníamos la oportunidad de darlo vuelta. Fuimos tranquilos y se nos dio. Se nos dieron todos. Tremendo”.
Ya había ganado el Intercolegial Copa Santa Paula, el Metropolitano Alto, la Copa de Oro en Sotogrande. La Queen’s Cup es un salto más, el más alto de su joven carrera. Más adelante tendrá la clasificación para Palermo como gran objetivo del año (jugará para UAE con Lukín Monteverde, Rodrigo Andrade y Matías Torres Zavaleta). Su recorrido recién comienza. La dinastía Heguy continúa.
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Texto: Alejo Miranda
Fotos: Images of Polo/Guards Polo Club