El golfista ex número 1 del mundo no compite en un torneo del PGA Tour desde agosto del año pasado cuando quedó en la décima posición del Campeonato de Wyndham. Tiger Woods debió ser operado de la espalda en tres oportunidades, la última el 28 de octubre, y aún es un misterio cuándo volverá a jugar.
Después de un mal año y de la incertidumbre sobre su estado físico actual, el periodista especializado Robert Lusetich, ex Fox Sports, publicó este fin de semana en su cuenta de Twitter que Woods tiene problemas para caminar y que necesita un conductor que lo lleve a todas partes.
“Su condición empeoró. No se puede mover bien; le duele sentarse. Se sienta en el auto con el asiento totalmente reclinado. No hay retorno predecible. Triste”, sentenció sobre la posibilidad de su regreso.
En seguida, el agente de Woods, Mark Steinberg, salió en TV a desmentir que el golfista tenga problemas para caminar. “Es ridículo y absolutamente falso”, aseguró. “Tiger continúa trabajando en su rehabilitación y se informará de su evolución en el momento adecuado”, agregó el agente.
Por otro lado, Notah Begay, amigo cercano de Tiger, fue consultado al respecto y reforzó la teoría de que no sólo no empeoró sino que está mostrando avances en su recuperación: “Está empezando a moverse como un humano nuevamente”. Quedará esperar su regreso aunque todavía no pueda hablarse de una fecha en concreto.