La checa, única mujer en la historia en haber ganado medallas de oro en ski y snowboard en los mismos Juegos de Invierno, redobla la apuesta para Beijing.
La llaman la “Reina de la Nieve” y parece que estaba predestinada a serlo. Su mamá, Zuzana, fue patinadora sobre hielo y su abuelo, Jan Klapáč, fue dos veces medallista olímpico de hockey sobre hielo. Nacida en Praga hace 26 años, Ester Ledecka soñaba con ganar medallas desde chica. Lejos de conformarse, todavía le quedan metas por cumplir en deportes como windsurf y beach vóley. “Conmigo nunca se sabe. Soy un poco loca”, bromea.
Comenzó su carrera en snowboard. En 2015 obtuvo su primera victoria en el Campeonato Mundial de Austria y en 2017 la segunda en el de Sierra Nevada, donde también se llevó una medalla de plata. Además, acumula 19 triunfos en Copa del Mundo, desde el primero en 2014 hasta la fecha. Su debut en ski alpino fue en 2016 y en las últimas dos temporadas se subió cinco veces al podio en la Copa del Mundo, incluyendo dos victorias.
Su cara de asombro en los últimos Juegos de Invierno en PyeongChang 2018 quedará para la historia, tanto como su hazaña. Allí se convirtió en la primera mujer en llevarse el oro en ski alpino (Súper Gigante) y en snowboard (Slalom Gigante Paralelo), en la misma semana. “Debe haber un error”, exclamó al terminar, sin poder creerlo. Desde entonces representa una doble amenaza.
De todas formas, Ester Ledecka no es de esos deportistas que solo piensan en los Juegos Olímpicos. De hecho, antes de PyeongChang 2018 le prohibió a su equipo mencionar la palabra “olímpicos”, como si le tuviera alergia, para evitar cualquier tipo de “pánico olímpico”. “En checo los llamábamos algo así como ‘la carrera de la amistad de la República de Corea‘ y esta próxima será ‘la carrera de la amistad de la República Popular China‘”, cuenta.
Sabe que la temporada es larga, que hay muchas carreras importantes e intenta preparar cada una al cien por cien: “Cada vez que me pongo en la línea de salida, sea en unos Juegos, en una carrera de la FIS, o lo que sea, tengo que dar el máximo”, asegura.
Si bien falta poco para Beijing 2022, no se preocupa por tener el calendario exacto en la cabeza. Eso se lo deja a sus entrenadores, que tendrán la difícil tarea de coordinar las fechas para que pueda competir nuevamente en snowboard y en ski alpino. “Espero que haya suficiente margen entre el snowboard y el ski. Sé que el snowboard será antes del ski, y creo que podría ser una ventaja si lo hacemos bien… Yo solo quiero ir a divertirme –confiesa-. Estoy deseando competir porque vi la montaña, el descenso, y tiene una pinta espectacular. Y también pude probar la pista de snowboard, que fue muy, muy divertida”. Hoy se sabe que la prueba de snowboard será el 8 de febrero y la primera prueba de ski, el 11.
En snowboard -su primer amor-, la temporada pasada ganó la única carrera en la que compitió: fue en la Copa del Mundo en Cortina d’Ampezzo, Italia, en la disciplina de Slalom Gigante Paralelo. Sus razones para no seguir fueron físicas: tuvo problemas de espalda y no quería forzar demasiado, entonces hizo más ski. Este verano (del hemisferio norte) se dedicó a trabajar mucho para fortalecerse muscularmente. “Espero que me ayude a proteger mejor la espalda y en general mi físico, y así poder cambiar sin problema de un deporte a otro”, explica.
En tanto, en el Campeonato Mundial de ski alpino en diciembre pasado tuvo muy buenos resultados en las tres disciplinas en las que corrió: quedó cuarta en Descenso, cuarta en Súper Gigante y octava en Combinado Alpino. Su objetivo era ver hasta dónde podía llegar en la clasificación general; ver si podía meterse en el Top 10 de algunas disciplinas o en la general. No sabía si era posible. Ahora sabe que sí.
Competir en snowboard y en ski al mismo tiempo no es algo sencillo por la superposición de fechas. A veces hay que elegir. “En mi interior todavía me siento mitad snowboarder, mitad esquiadora. El problema es que es muy difícil encajar en un calendario de competición de snowboard porque son al mismo tiempo. Y si quiero competir en los dos, tengo que cancelar algunas carreras de ski y eso significa perder un montón de puntos”, cuenta. Sin embargo, todo dependerá de cómo se sienta llegado el momento: “Si siento que solo quiero hacer snowboard, haré snowboard, y nada me lo va a impedir”, asegura.
Para los próximos Juegos “de la amistad”, Ledecka sube la apuesta. Sabe que la doble medalla conseguida en PyeongChang 2018 fue uno de los logros más grandes de su carrera. Sin embargo, se tiene mucha confianza: “Estoy centrada en clasificarme otra vez en las dos disciplinas para los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, disfrutar y ver cómo va la temporada. Creo que aún puedo conseguir un triplete o un cuatriplete. Creo que tengo mucho margen de mejora. Además, es una sensación increíble saber que afrontaré estos Juegos como campeona olímpica y eso es algo que nadie me podrá quitar”.
Los resultados muestran que año tras año va mejorando como esquiadora y que se asienta en el Top Ten. Sabe que aún no llegó al nivel en el que podría subir al podio más de una vez por temporada, el nivel que está intentando alcanzar, pero nota que va sumando experiencia con cada entrenamiento y cada carrera. “Daré el máximo para ser la más rápida. Durante toda mi vida he intentado hacer lo que me gusta y disfrutar de cada carrera. Y si es así esta temporada, si pierdo cada carrera pero me divierto, para mí será suficiente”.
FUENTE: Olympics.com
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