Por Pablo Viola
La segunda semana del PGA Tour en 2017 trae recuerdos muy especiales para los argentinos. Doce meses atrás, Fabián Gómez obtuvo su segundo título en el circuito en menos de 7 meses y le dio a la Argentina su segunda conquista en la gira norteamericana en la temporada 2015-16.
En ese contexto de regreso a los primeros planos del golf nacional, dos chaqueños tomaron el liderazgo y fue Gómez, el más veterano, quien lo hizo tras una extensa campaña en el plano internacional que lo llevó a los Estados Unidos vía el Web.com Tour, en ese ida y vuelta constante -por la dificultad- entre la gira más importante y la segunda división del golf norteamericano.
De aquellos tiempos a esta parte, el trabajo lo llevó a prevalecer. Por esa labor desarrollada es que el arranque de 2017 es especial. Tras la vigésima plaza en el Torneo de los Campeones -que jugó por segunda vez consecutiva-, se trasladó a Honolulu, distante unos 130 kilómetros de Kapalua. Una experiencia movilizante.
Al llegar -junto a su representante Adrián González-, el chaqueño comenzó a tomar conciencia de la importancia de su figura esta semana. La imagen de Gómez ilustra el torneo. Desde los pósters presentando el certamen, pasando por la revista oficial del evento, hasta la recepción que le hicieron las autoridades del torneo. Ahí se entra en razón sobre el significado de ganar en el PGA Tour y el grado de relevancia que le otorga cada evento dentro de la gira.
“Es muy bueno volver a un torneo que gané previamente. La recepción fue distinta, es lindo verse en pósters, en la publicidad del torneo, como te recibe la gente por ser el defensor del título. Este fue el segundo que obtuve en el PGA Tour pero representó algo especial porque lo pude vivir por primera vez en familia, con mi gente. Tengo muy buenos recuerdos de lo que pasó hace 12 meses y muchas ganas de poder defenderlo de la mejor manera”.
Para el actual 79° del ranking mundial, el 2017 es un año sobre el que espera confirmaciones. La principal poder seguir evolucionando en su juego y en los torneos de relevancia como los majors. Para ello, uno de los cambios sobre el que estructuró su vida tiene que ver con su nueva residencia en Miami, más cerca de su instructor, Mariano Bartolomé, con quien trabaja desde hace más de una década.
“Estamos haciendo algunos movimientos para seguir evolucionando y seguir peleando en los torneos. La mayor decisión fue la de mudarnos a Miami con mi familia para estar más cerca de donde entreno habitualmente. Sigo pensando en mejorar y competir al nivel que requiere este tour. La intención en esta oportunidad es continuar buscando triunfos y ganar el tercero en años consecutivos. Seria fantástico poder ganar otra vez”.
En la previa del segundo certamen de 2017, se lo pudo observar entrenándose con el colombiano Camilo Villegas, acompañado por el inseparable Coco Monteros en la bolsa, un tándem -el chaqueño-tucumano- que ha funcionado a la perfección. La responsabilidad con la que asumen sus tareas potenciaron las posibilidades en el circuito, el resto es cuestión de encontrar las sensaciones durante los cuatro días de competencia.
“Nos quedamos con algo de bronca en Kapalua por no haber podido jugar bien hasta al final del torneo. Hubiera preferido tener un mejor rendimiento en la última ronda junto a Jason Day, pero de todas maneras las sensaciones son buenas teniendo en cuenta que es el arranque del año. Solo faltó que esa ronda final fuera bajo par para estar mejor ubicado, pero igualmente no fue una mala semana. Estamos positivos para defender el título en el Abierto de Hawaii”.