Después del mal trago en Japón 2019, el head-coach de los Pumas hizo una autocrítica profunda y revitalizó su staff de entrenadores con las contrataciones de dos viejos conocidos como el australiano Michael Cheika como asistente para el Rugby Championship y Marcelo Loffreda como manager deportivo
Por Alejo Miranda
Uno lo tuvo como entrenador y lo llevó a su momento de mayor gloria. El otro también lo entrenó, pero además fue un mentor decisivo en su carrera como head-coach. En procura de enderezar el rumbo luego de lo que fue el fracaso en el Mundial de Japón 2019, Mario Ledesma revitalizó el staff de entrenadores. Se reencontró con Marcelo Loffreda, como para profundizar todavía más el vínculo con los Pumas 2007. Y se alió, al menos durante el Rugby Championship, con Michael Cheika. El primero como manager deportivo, el segundo como asesor. Dos personas de enorme conocimiento, experiencia y sabiduría que ayudarán a Ledesma y al seleccionado argentino en este momento de transición.
Loffreda jugará un rol determinante, tanto transmitiendo su experiencia como contribuyendo en la relación staff-jugadores. No tendrá, al menos en la teoría, poder de decisión en lo que concierne al juego. Será difícil llevar esto a la práctica. Ya en 2017 Loffreda fue tentado por la UAR para sumarse al equipo de Daniel Hourcade. No obstante, no se llegó a un acuerdo porque el Tano pretendía tener algún tipo de incidencia sobre la faz deportiva. Esta vez aceptó los términos de Ledesma.
“Me ha tocado jugar, entrenar, y ahora estoy cerquita. No tan cerquita, como a veces Mario me aclara”, bromeó Loffreda en la presentación virtual que realizó la UAR. “Mario me invitó a este proyecto y le estoy muy agradecido. Me sumé a un tren bala que no para, que no tiene estaciones».
Loffreda jugó un rol decisivo en la logística para viajar, primero a Montevideo y después a Australia. También, en las negociaciones con los clubes y en el ensamble con los jugadores que actúan en Europa. Lo mismo con los entrenamientos en Sydney y la organización de los partidos amistosos preparatorios para el Rugby Championship.
No obstante, no pudo con su genio y cada vez que puede opinar del juego, lo hace: «Claramente estamos en desventaja, tenemos que ser sinceros. Tenemos que imponer las condiciones que nos convengan y no querer jugar como ellos, de una manera más elaborada. Tenemos coaches inteligentes y no tengo ninguna duda de que vamos a plantear una estrategia que nos adaptará a lo mejor que podamos hacer en ese momento».0

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La llegada de Michael Cheika, aunque más breve, sí tendrá incidencia directa dentro de la cancha. El australiano dirigió a los Wallabies entre 2014 y 2019 y los llevó al subcampeonato en el Mundial Inglaterra 2015 y al título de campeones del Rugby Championship de ese mismo año; también conquistó el Súper Rugby al mando de Waratahs (el último equipo no neozelandés en lograrlo) y la Heineken Cup al mando de Leinster, además de dirigir a Stade Français. En todos esos equipos hubo algún argentino involucrado.
«No es ningún secreto que yo soy un gran admirador del jugador argentino y del rugby de aquí en general», dijo a LA NACION en una entrevista en julio de 2015, en la que también reveló haber estado en tratativas con la UAR para asumir como head coach de los Pumas tras la renuncia de Santiago Phelan, sucedida un año antes.
La relación más estrecha, naturalmente, fue con Mario Ledesma, a quien llevó como entrenador de forwards a Waratahs y luego al seleccionado australiano. Hoy, de alguna manera, los roles se invierten. «Con Michael empecé a conversar a principios de año. Yo le propuse volver a trabajar juntos y enseguida se interesó», declaró Ledesma en un comunicado de la UAR. «Lo noté muy entusiasmado. Siempre le gustó mucho el rugby argentino, nos puede aportar mucha experiencia. Sin dudas, es una excelente oportunidad para seguir aprendiendo, porque piensa cosas fuera de lo común [‘out of the box’], y tiene una visión innovadora y supercreativa».
Ahora los argentinos suman un aliado que tiene gran conocimiento del terreno, y también de ellos mismos. Además de tener vínculo con Ledesma, Cheika entrenó a Felipe Contepomi, Rodrigo Roncero y Juan Manuel Leguizamón, entre otros. Además, continúa con una larga tradición de ayudantes extranjeros en los Pumas. El sudafricano Izak Van Heerden cumplió un rol vital con Ángel Guastella y Alberto Camardón en la gira del seleccionado por Sudáfrica en 1965. El neozelandés Alex Wyllie estuvo como auxiliar en varios períodos en los años noventas hasta que asumió poco antes del Mundial Gales ’99, en que los Pumas llegaron por primera vez a cuartos de final. El inglés Les Cusworth festejó el triunfo de 2006 en Twickenham como un argentino más y acompañó a Marcelo Loffreda en su mandato. Tati Phelan tuvo dos auxiliares de lujo en el francés Fabien Galthié y el ex campeón del mundo en All Blacks Graham Henry.