Este jueves 11 de abril comienza el Masters en el Augusta National Golf Club y, como todos los años, el último campeón elige el menú para agasajar a todos los ganadores del prestigioso major en la exclusiva cena de campeones, que se lleva a cabo el martes previo.
Esta vez fue el turno de Patrick Reed, ganador en 2018, quien reveló que ya sabía exactamente lo que iba a servir desde que era adolescente, si es que alguna vez tenía la oportunidad. “Lo sé desde que tenía 13 años. Siempre fueron costillas, macarrones con queso, choclo cremoso, espinaca cremosa. Voy a engordar un poco a estos chicos”, contó el golfista texano de 28 años y agregó: “Podría comer chuletas de desayuno, almuerzo y cena”.
Sobre la tradicional cena, que comenzó en 1952 con Ben Hogan como anfitrión, Reed comentó: “Están todos, desde los viejos a los jóvenes, de diferentes nacionalidades, pero todos tenemos algo en común esta semana. Lo importante es disfrutar de escuchar las historias y experiencias de otras personas para empaparse de eso. Una experiencia asombrosa y una noche divertida que no olvidaré y que esperaré todos los años”. En la cena de Reed hubieron 32 “chaquetas verdes” y un chef con dos estrellas Michelin, la estrella de TV David Chang.
En cuanto a argentinos, Ángel Cabrera, campeón del título en 2009, se había lucido en la cena de 2010 con un auténtico asado que incluyó chorizos, morcillas, mollejas y costillas, acompañado por ensaladas, pan y una salsa preparada por él mismo, además de vino y música de su país. Días antes, Cabrera organizó una degustación del menú para 100 invitados con la intención de juntar dinero para su fundación, creada en 2007, que ayuda a mejorar la calidad de vida de los más necesitados en su provincia natal de Córdoba.
Entre otros platos que se destacaron a lo largo de los años, Sandy Lyle eligió en 1989 los típicos haggis escoceses y hasta vistió una kilt, Tiger Woods optó en 1998 por hamburguesas con papas fritas y Phil Mickelson en 2005 por ravioles de langosta.

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