Con la misma pasión con la que lo hacía como jugador de alto handicap, el Lolo Castagnola acompaña al polo grande de sus promisorios hijos, Bartolomé (15) y Camilo (13). La conquista de la tradicional Copa República Argentina marcó un debut auspicioso
Arriba del caballo, Bartolito y Jeta Castagnola no se asemejan mucho a su padre. Frío y cerebral uno, rápido y goleador el otro, no aparentan ser hijos del Lolo, antes reconocido por su tenacidad y entrega que por su habilidad con el taco. Pero basta escucharlos hablar para entender que están hechos de la misma madera que el gran Bartolomé Castagnola. Haber ganado siete títulos en Palermo y haber llegado a los 10 goles de handicap son motivo más que suficiente para que el hecho de haber jugado para su club La Natividad la Copa República sus dos hijos mayores, Bartolomé y Camilo, de tan sólo 15 y 13 años, merezca ser la tapa de POLO MUNDIAL. Pero los Castagnola no se conforman con participar. No sólo jugaron los tres juntos por primera vez en un certamen de esta magnitud, sino que pese a la juventud de los chicos, fueron campeones. Ganar está en el ADN de los Castagnola. Aunque igualmente notable, su paso no habría sido el mismo si no hubieran ganado.
–Cuando decidieron jugar la República los tres juntos, ¿pensaron que podían terminar levantando la copa?
–Bartolito: Siempre pensamos que podíamos ganar.
Como adolescentes que son, Bartolito y Jeta no se muestran muy locuaces durante la entrevista. Reticentes, casi. “¿Cuando jugás no parás de hablar y ahora no querés decir nada?”, le recrimina en tono de broma el Lolo a Jeta. Antes bien, ellos se expresan en la cancha. Allí no tiene inhibiciones. Sin perder la frescura propia de su juventud, juegan como grandes. Y les ganan a jugadores más grandes y experimentados. Aunque jueguen distinto, en la cancha sí son parecidos al padre. Juegan para ganar.
Bartolomé Castagnola y sus hijos Bartolomé y Camilo hicieron historia al conquistar el Campeonato Nacional Intercircuitos con Handicap por la Copa República Argentina. La coronación se produjo en la cancha N°1 de Palermo, la misma que fue testigo de siete coronaciones del Lolo en el Argentino Abierto. No es la primera vez que padre e hijos levantan esta tradicional copa, la más importante de la temporada de otoño en la Argentina y única en el mundo en permitir equipos de entre 0 y 40 goles. Familias notables como Heguy, Araya, Novillo Astrada y Díaz Alberdi ganaron la Copa en equipos que incluyeron a padres e hijos. La versión 2016 de este certamen marca la inducción del apellido Castagnola en este cuadro.
Texto: Alejo Miranda
Foto: Sergio Llamera
Seguí leyendo esta entrevista exclusiva completa en la última edición de POLO MUNDIAL (91)
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